lunes, marzo 27, 2006

Resonancia

...


Con cada uno de tus mensajes
algo de ti le llegaba
tu forma de ver el mundo
tu manera de amar
con cada palabra tuya
le ibas llenando con tu voz
resonante
tu aroma
tus susurros
tu respirar
primero tu nombre
después tu perfil
a nombre de kate
con el que te anunciabas
buscando un amigo
de amistad sin límites
que te descubriera su pecho
que no te dijera frases huecas
y poco a poco, con tiento
ir reconociéndole
luego apareciste ante sus ojos
rodeada de niños
bañándote en una alberca
y el amor ya merodeaba
en tu verdadero nombre
amy, amante de la poesía
de aquella tierra lejana
empezaron a intercambiar
puntos de vista
anécdotas de la infancia
o de la adolescencia
historias reales
a declararse aficiones
y luego encontrarte
que eras filóloga y poeta
a no querer dejar pasar un día
sin revisar su buzón de correo
donde depositabas tu presencia
tus vibraciones
y tus sueños de mujer
emergiendo de tus intersticios
y le fuiste dejando claro
que su ser resonaba con el tuyo
todos los días ya se le hizo
cotidiano
que al caer la tarde el eco
de tu llamado le invadía
e iba al ciber a buscar
tu correspondencia
o a entablar una charla
que lo dejara con el corazón humeante
al ocultarse el sol
te presiente en las sombras
y se prepara a recibirte
alejándose de lo habitual mundano
que le incomoda
y se queda solo con la esperanza
de encontrarse contigo
y entonces yo les puedo ver
transmitirse las sensaciones
que les asaltan a veces
en el páramo de los silencios
de la piel devorada por los deseos
sacudida por unas ganas atroces
de tenerse el uno al otro.

27 de febrero de 2005